En este post hablaremos sobre la arquitectura proyectada a lo largo del siglo XX.
En especial, del gran descubrimiento del nuevo material el hormigón armado y del Movimiento Moderno.
Hormigón Armado
La atención de los arquitectos franceses de principios del siglo XX se concentró en otro nuevo material constructivo: el hormigón armado.
Auguste Perret construyó numerosas obras investigando sobre el lenguaje propio de este material, entre las que destacan el edificio de viviendas de la calle Franklin (1902-1903) en París.
Y el Théâtre des Champs Elysées (1911-1914) también en París.
Tony Garnier proyectó, durante su estancia en Roma, una ciudad entera construida en hormigón, que apareció publicada en 1917 con el título de La cité industrielle.
En Viena, Adolf Loos publicó en 1908 su artículo Ornamento y delito, mientras proyectaba y construía una arquitectura extremadamente despojada.
Peter Behrens fue uno de los fundadores del Deutsche Werkbund (Asociación para el Progreso de la Industria Alemana), y su edificio para la fábrica de turbinas de la AEG (1908-1909) en Berlín lo convirtió en el pionero alemán de la arquitectura moderna.
EL MOVIMIENTO MODERNO
Uno de los principales catalizadores del diseño y la arquitectura del movimiento moderno fue la Bauhaus. Esta escuela de arte (Weimar, 1919-1925; Dessau, 1926-1933) aunó las experiencias de arquitectos, artistas y diseñadores de numerosos países interesados en investigar sobre los principios del arte moderno.
El director de la primera etapa fue Walter Gropius, que además proyectó los edificios de la nueva sede en Dessau, y su sucesor fue Ludwig Mies van der Rohe.
Con el siguiente video entenderemos mejor que era la Bauhaus:
La nueva arquitectura pudo demostrar sus virtudes en los Siedlungen (edificios de viviendas de bajo coste) construidos en Berlín y Frankfurt.
Mientras que la exposición de nuevas tipologías residenciales en la Weissenhof Siedlung (1927) de Stuttgart consiguió reunir la obra de Mies, Gropius, J. J. P. Oud y Le Corbusier.
Estas demostraciones insistían en el papel social de la arquitectura del movimiento moderno, capaz de construir viviendas dignas (el existenzminimun) y al mismo tiempo baratas.
Por otra parte, Mies Van der Rohe mostró las capacidades expresivas de la nueva arquitectura en el pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona (1929).
Un edificio sutil que explora las posibilidades de la planta libre, construido con materiales nobles como travertino, mármol, ónice y acero cromado.
Le Corbusier es sin duda el arquitecto más influyente del siglo XX.
Su extensa carrera comenzó con la publicación de los primeros escritos, donde clamaba por una estética similar a la de las máquinas y preconizaba la sustitución de la ciudad tradicional por una nueva ciudad de rascacielos dispuestos sobre enormes espacios arbolados.
Su Ville Savoie (1929-1930), en los alrededores de París, es uno de los arquetipos de la arquitectura contemporánea.
En ella se combina la complejidad espacial, que juega con una sutil ambigüedad entre el interior y el exterior, con los cinco postulados que defendió durante años:
1. Edificio sobre pilotes,
2. Jardín sobre la terraza,
3. Planta libre
4. Fachada libre
5. Amplios ventanales
Ya en la década de 1950 proyectó una nueva ciudad como capital del estado indio del Punjab, llamada Chandigarh, y proyectó los tres edificios más representativos del Capitolio.
En Francia construyó dos edificios religiosos excepcionales: la iglesia de peregrinación de La Ronchamp (1950-1955).
Y el monasterio dominico de La Tourette (1957-1961).
Después de la primera etapa, más racionalista, esta segunda etapa conocida como brutalista se caracteriza por el uso del hormigón de una forma más expresiva, así como por los efectos dramáticos de luces y sombras.
Otro de los grandes arquitectos del Movimiento Moderno fue Alvar Aalto, que trabajó durante más de cuatro décadas, sin adherirse plenamente a la arquitectura de corte industrial, pero logrando un lenguaje propio que se añade al catálogo de la mejor arquitectura moderna.
Entre las aportaciones fundamentales de este arquitecto nórdico se encuentran la sutileza en la composición espacial, el manejo de la luz natural y su especial sentido para utilizar los materiales, sacando el máximo partido a sus cualidades expresivas.
Entre sus obras se encuentra la Universidad de Tecnologia de Helsinki.
La arquitectura escandinava ha dado muestras de una gran vitalidad a lo largo de este siglo, gracias a figuras como el sueco Gunnar Asplund, o el danés Jørn Utzon, que proyectó la espectacular Ópera de Sydney (1957-1973), en Australia.
Para terminar este post y como resumen de todo lo visto, os dejo el siguiente video: