Friday, October 24, 2014

ARQUITECTURA DEL SIGLO XX

En este post hablaremos sobre la arquitectura proyectada a lo largo del siglo XX.
En especial, del gran descubrimiento del nuevo material el hormigón armado y del Movimiento Moderno.


Hormigón Armado

La atención de los arquitectos franceses de principios del siglo XX se concentró en otro nuevo material constructivo: el hormigón armado


Auguste Perret construyó numerosas obras investigando sobre el lenguaje propio de este material, entre las que destacan el edificio de viviendas de la calle Franklin (1902-1903) en París.






Y el Théâtre des Champs Elysées (1911-1914) también en París. 







Tony Garnier proyectó, durante su estancia en Roma, una ciudad entera construida en hormigón, que apareció publicada en 1917 con el título de La cité industrielle. 

En Viena, Adolf Loos publicó en 1908 su artículo Ornamento y delito, mientras proyectaba y construía una arquitectura extremadamente despojada. 



Peter Behrens fue uno de los fundadores del Deutsche Werkbund (Asociación para el Progreso de la Industria Alemana), y su edificio para la fábrica de turbinas de la AEG (1908-1909) en Berlín lo convirtió en el pionero alemán de la arquitectura moderna.








EL MOVIMIENTO MODERNO


Uno de los principales catalizadores del diseño y la arquitectura del movimiento moderno fue la Bauhaus. Esta escuela de arte (Weimar, 1919-1925; Dessau, 1926-1933) aunó las experiencias de arquitectos, artistas y diseñadores de numerosos países interesados en investigar sobre los principios del arte moderno. 

El director de la primera etapa fue Walter Gropius, que además proyectó los edificios de la nueva sede en Dessau, y su sucesor fue Ludwig Mies van der Rohe


Con el siguiente video entenderemos mejor que era la Bauhaus:





La nueva arquitectura pudo demostrar sus virtudes en los Siedlungen (edificios de viviendas de bajo coste) construidos en Berlín y Frankfurt. 
Mientras que la exposición de nuevas tipologías residenciales en la Weissenhof Siedlung (1927) de Stuttgart consiguió reunir la obra de Mies, Gropius, J. J. P. Oud y Le Corbusier. 









Estas demostraciones insistían en el papel social de la arquitectura del movimiento moderno, capaz de construir viviendas dignas (el existenzminimun) y al mismo tiempo baratas. 

Por otra parte, Mies Van der Rohe mostró las capacidades expresivas de la nueva arquitectura en el pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona (1929).
Un edificio sutil que explora las posibilidades de la planta libre, construido con materiales nobles como travertino, mármol, ónice y acero cromado.








Le Corbusier es sin duda el arquitecto más influyente del siglo XX. 
Su extensa carrera comenzó con la publicación de los primeros escritos, donde clamaba por una estética similar a la de las máquinas y preconizaba la sustitución de la ciudad tradicional por una nueva ciudad de rascacielos dispuestos sobre enormes espacios arbolados. 
Su Ville Savoie (1929-1930), en los alrededores de París, es uno de los arquetipos de la arquitectura contemporánea. 
En ella se combina la complejidad espacial, que juega con una sutil ambigüedad entre el interior y el exterior, con los cinco postulados que defendió durante años: 

1. Edificio sobre pilotes, 
2. Jardín sobre la terraza, 
3. Planta libre
4. Fachada libre
5. Amplios ventanales 




Ya en la década de 1950 proyectó una nueva ciudad como capital del estado indio del Punjab, llamada Chandigarh, y proyectó los tres edificios más representativos del Capitolio. 




En Francia construyó dos edificios religiosos excepcionales: la iglesia de peregrinación de La Ronchamp (1950-1955). 




Y el monasterio dominico de La Tourette (1957-1961). 



Después de la primera etapa, más racionalista, esta segunda etapa conocida como brutalista se caracteriza por el uso del hormigón de una forma más expresiva, así como por los efectos dramáticos de luces y sombras.




Otro de los grandes arquitectos del Movimiento Moderno fue Alvar Aalto, que  trabajó durante más de cuatro décadas, sin adherirse plenamente a la arquitectura de corte industrial, pero logrando un lenguaje propio que se añade al catálogo de la mejor arquitectura moderna. 
Entre las aportaciones fundamentales de este arquitecto nórdico se encuentran la sutileza en la composición espacial, el manejo de la luz natural y su especial sentido para utilizar los materiales, sacando el máximo partido a sus cualidades expresivas. 
Entre sus obras se encuentra la  Universidad de Tecnologia de Helsinki.






La arquitectura escandinava ha dado muestras de una gran vitalidad a lo largo de este siglo, gracias a figuras como el sueco Gunnar Asplund, o el danés Jørn Utzon, que proyectó la espectacular Ópera de Sydney (1957-1973), en Australia.






Para terminar este post y como resumen de todo lo visto, os dejo el siguiente video:










ARQUITECTURA DEL SIGLO XIX

En este post haremos un recorrido por las diferentes corrientes de arquitectura del siglo XIX, que estuvo marcada por grandes cambios; entre ellos la Revolución Industrial.

LA ARQUITECTURA DEL HIERRO

Dicha revolución comienza en Inglaterra hacia el año 1760, acarreó numerosos cambios en todas las culturas del mundo. El incremento de la capacidad productiva y la invención de nuevos procesos industriales trajeron consigo la creación de nuevos materiales de construcción, como el hierro colado, el acero laminado o el vidrio plano en grandes dimensiones, y con ellos la posibilidad de construir nuevas composiciones hasta entonces ni siquiera soñadas. Sin embargo, los arquitectos siguieron utilizando los materiales tradicionales durante mucho tiempo, mientras las academias de las Bellas Artes consideraban “poco artísticas” las fantásticas estructuras diseñadas por ingenieros a lo largo del siglo XIX.

El primer edificio construido enteramente con hierro y vidrio fue el Crystal Palace (1850-1851; reconstruido entre 1852 y 1854) en Londres.
Dicho edificio era una gran nave preparada para acoger la primera Exposición Universal, que fue proyectada por Joseph Paxton, que había aprendido el empleo de estos materiales en la construcción de invernaderos. 
Este edificio fue el precursor de la arquitectura prefabricada, y con él se demostró la posibilidad de hacer edificios bellos en hierro.













Entre los escasos ejemplos de utilización del hierro en la arquitectura del siglo XIX destaca un edificio de Henry Labrouste, la biblioteca de Santa Genoveva (1843-1850) en París.
Un edificio de estilo renacentista en su exterior pero que en su interior dejaba ver la estructura metálica. 






Los edificios de hierro más impresionantes del siglo XIX se construyeron para la Exposición Universal de París de 1889: la nave de Maquinaria y la célebre e icono de la ciudad de francesa la Torre  Eiffel (1887) del ingeniero Alexandre Gustave Eiffel.























ECLECTICISMO

A comienzos del siglo XIX la arquitectura occidental se debatía entre diferentes recuperaciones (revivals) de los lenguajes históricos, en una especie de agonía que se prolongó más de un siglo y que se conoce como historicismo o eclecticismo. 

En el primer tercio de siglo se impuso, como heredero directo del neoclasicismo, el llamado neogriego, entre cuyas figuras cabe destacar al arquitecto prusiano Karl Friedrich Schinkel (que en algunos aspectos se anticipó al movimiento moderno) y su obra Altes Museum en Berlín.








En Francia se desarrolló un estilo llamado imperio, dedicado al culto del emperador Napoleón Bonaparte, cuya obra más emblemática es la iglesia de La Madelaine (1) (1807-1842), una copia en el centro de París del templo romano de la Maison Carré de Nimes. 
En el último tercio del siglo, coincidiendo con la época de Napoleón III (durante el Segundo Imperio), se levantó el impresionante edificio de la Ópera de París (1861-1875), obra neobarroca de Tony Garnier. (2)
También se reconstruyó el centro de París, obra dirigida por el barón Haussman, siguiendo los principios urbanísticos de la época de Luis XIV.


(1)





(2)






En Inglaterra se desarrolló una corriente romántica que evolucionó hasta llegar al estilo neogótico, uno de cuyos mejores ejemplos son los edificios del Parlamento (comenzados en 1836) en Londres.









ARQUITECTURA MODERNISTA

A finales del siglo XIX un cierto número de artistas tomó conciencia de la necesidad de una nueva arquitectura propia de su época y no heredada de los modelos antiguos. 
Nace así un movimiento llamado en Alemania y Austria Jugendstil, en Francia y Bélgica Art Nouveau, y en Cataluña Modernisme.

Entre las figuras más emblemáticas se encuentran Victor Horta en Bruselas, Otto Wagner, Joseph Maria Olbrich y Josef Hoffman en Viena (representantes del movimiento vienés conocido como Sezession), y el escocés Charles Rennie Mackintosh, que desarrolló un estilo propio con reminiscencias medievales, uno de cuyos mejores ejemplos es la Glasgow School of Art (1898-1899). 


Con el siguiente video entenderemos mejor el modernismo.






Un caso aparte es el del catalán Antoni Gaudí, que comenzó su carrera en las filas del neogótico pero más tarde evolucionó por un camino personal, que le llevó a construir una serie de obras, casi todas ellas en Barcelona, de una originalidad inusitada.
Entre éstas destacan la casa Milá (1906-1910), un edificio de viviendas en chaflán cuya fachada de piedra ondula entre las grandes ventanas, que predicen los pasos del movimiento moderno.
El inacabado templo expiatorio de la Sagrada Familia (1883-1826), o el onírico Parc Güell (1900-1914), donde al margen de una imaginación desbordante se aprecia la maestría constructiva de este genial arquitecto.

CASA MILÁ








SAGRADA FAMILIA











PARC GÜELL















EL RASCACIELOS

La disponibilidad de perfiles de acero en grandes cantidades y sobre todo, la invención del ascensor eléctrico, permitieron en las últimas décadas del siglo XIX la construcción de edificios de gran altura, llamados rascacielos; iniciando así una carrera que aún hoy parece no tener fin. 
El arquitecto estadounidense Louis Sullivan fue el primero en dotar de una tipología expresiva a los nuevos edificios comerciales urbanos, como muestran el Wainwright Building (1890-1891) en Saint Louis (Missouri), el Guaranty Building (1895) en Buffalo (New York), y el Carson Pirie Scott Department Store (1899-1904) en Chicago. 
Su carrera converge con la de los arquitectos de la llamada Escuela de Chicago, cuya mayor aportación fue el desarrollo de la tipología de rascacielos, donde consiguieron una combinación perfecta entre la mampostería de piedra en la fachada y la estructura interior de hierro. Gracias a este sistema constructivo, en el que el esqueleto se levantaba rápidamente y sobre él se disponía el cerramiento, se conseguían resolver dos de los mayores problemas que planteaba la ciudad moderna: la escasez de terreno y la escasez de tiempo.


Wainwright Building 






Guaranty Building










Otro de los méritos de Sullivan consiste en haber sido el maestro de Frank Lloyd Wright, uno de los mejores arquitectos del siglo XX. Del cual hablaremos en el siguiente post.















ARQUITECTURA BARROCA

Buenos días!
Si en el anterior post, hablamos de Arquitectura del Renacimiento en Italia, en este nuevo post hablaremos de la Arquitectura Barroca italiana; de sus características, edificios y arquitectos más significativos.
Con el siguiente vídeo conoceremos mejor el contexto cultural, social en el que se desarrolló este estilo, no solo en Italia (ejemplos del post) sino también en el resto de Europa.







Las primeras muestras del barroco aparecen en Italia, y su mejor representante es Gian Lorenzo Bernini, que proyectó la Plaza de San Pedro en el Vaticano (comenzada en 1656). Gracias al complicado juego perspectivo de la doble columnata (de planta oval abierta con dos brazos) la fachada chata de Carlo Maderno para la basílica de San Pedro cobra un nuevo vigor. 















Otra de sus mejores obras es la Escala Regia (1663-1666), también en el Vaticano, donde consiguió construir en un espacio reducido una de las escaleras más impresionantes de la historia de la arquitectura.










Casi contemporáneo de Bernini es Francesco Borromini, entre cuyas obras destacan dos pequeñas iglesias de Roma: San Carlo alle Quattro Fontane (1638-1661); fachada terminada en 1667. Se organiza en torno a una planta elíptica, que refuerza el eje longitudinal, cubierta por una cúpula de la misma forma sobre pechinas y cuya fachada se curva en una ligera ondulación.













La planta de Sant’Ivo alla Sapienza (comenzada en 1642) se origina por la intersección de dos triángulos equiláteros, en cuyas esquinas aparecen tres nichos o absidiolos cóncavos y otros tres chaflanes convexos alternativamente. Estos muros curvos, delimitados por pilastras, alcanzan el nivel de la cúpula y continúan la planta hexagonal desde el suelo hasta la linterna.












Para terminar  este post, hablaremos de Urbanismo Barroco; ya que una de las características de la arquitectura barroca es la prolongación de los ejes de cada edificio simbólico hasta alcanzar todo el ordenamiento de la ciudad, e incluso, hasta modificar el territorio en que se enclava. 
La plaza del Campidoglio o Capitolio (1538-1564) en Roma, diseñada por Miguel Ángel, sirvió en lo sucesivo como modelo de plaza urbana.